BACKGROUND: Despite the socioeconomic importance of allergic rhinitis (AR), very few prospective studies have been performed under conditions of clinical practice and with a sufficiently long observation period outside the clinical trial scenario. We prospectively estimated the direct and indirect costs of AR in patients attending specialized clinics in Spain.
METHODS: Patients were recruited at random from allergy outpatient clinics in 101 health centers throughout Spain over 12 months. We performed a multicenter, observational, prospective study under conditions of clinical practice. We analyzed direct costs from a funder perspective (healthcare costs) and from a societal perspective (healthcare and non-healthcare costs). Indirect costs (absenteeism and presenteeism [productivity lost in the workplace]) were also calculated. The cost of treating conjunctivitis was evaluated alongside that of AR.
RESULTS: The total mean cost of AR per patient-year (n = 498) was €2326.70 (direct, €553.80; indirect, €1772.90). Direct costs were significantly higher in women (€600.34 vs €484.46, P = 0.02). Total costs for intermittent AR were significantly lower than for persistent AR (€1484.98 vs €2655.86, P < 0.001). Total indirect costs reached €1772.90 (presenteeism, €1682.71; absenteeism, €90.19). The direct costs of AR in patients with intermittent asthma (€507.35) were lower than in patients with mild-persistent asthma (€719.07) and moderate-persistent asthma (€798.71) (P = 0.006).
CONCLUSIONS: The total cost of AR for society is considerable. Greater frequency of symptoms and more severe AR are associated with higher costs. Indirect costs are almost threefold direct costs, especially in presenteeism. A reduction in presenteeism would generate considerable savings for society.
ANTECEDENTES: a pesar de la importancia socioeconómica de la rinitis alérgica (RA), se han realizado muy pocos estudios prospectivos bajo condiciones de práctica clínica, fuera del escenario de los ensayos clínicos, y con un periodo de observación suficientemente largo. En este estudio, se estimaron prospectivamente los costes directos e indirectos de la RA en pacientes que asisten a clínicas especializadas en España.
MÉTODOS: se realizó un estudio multicéntrico, observacional y prospectivo en condiciones de práctica clínica. Los pacientes fueron reclutados aleatoriamente en consultas ambulatorias de Alergia, en 101 centros de toda España, durante 12 meses. Se analizaron los costes directos desde una perspectiva de financiador (costes de atención médica) y desde una perspectiva social (costes de atención médica y costes no relacionados con la atención médica). También se calcularon los costes indirectos (absentismo y presentismo laboral [pérdida de productividad en el lugar de trabajo]). El coste de tratar la conjuntivitis se evaluó junto con el de la RA.
RESULTADOS: el coste total promedio de la RA por paciente-año (n = 498) fue de 2.326,70 € (coste directo, 553,80 €; coste indirecto, 1.772,90 €). Los costes directos fueron significativamente más altos en las mujeres (600,34 € vs. 484,46€, p = 0,02). Los costes totales para la RA intermitente fueron significativamente más bajos que para la RA persistente (1.484,98 € vs. 2.655,86 €, p < 0,001). Los costes indirectos totales alcanzaron los 1.772,90 € (presentismo, 1.682,71 €, absentismo, 90,19 €). Los costes directos de la RA en pacientes con asma intermitente (507,35 €) fueron menores que en pacientes con asma persistente leve (719,07 €) y asma persistente moderada (798,71 €) (p = 0,006).
CONCLUSIONES: el coste total de la RA para la sociedad es muy alto. La mayor frecuencia de síntomas y la RA más grave se asocian con mayores costes. Los costes indirectos son casi tres veces los costes directos, especialmente los derivados del presentismo laboral. Una reducción del presentismo generaría un ahorro considerable para la sociedad.
En España, el estudio ASMACOST evaluó el coste del asma. Sin embargo, apenas existen datos económicos de costes asociados a la rinitis alérgica (RA), a pesar de la alta prevalencia, afectación en la calidad de vida y frecuente asociación con el asma. Este trabajo aborda la utilización de recursos especializados por RA y estima los costes directos e indirectos vinculados a ello. Cuenta con la financiación de la Fundación de la SEAIC y evalúa 498 pacientes (646 reclutados, pero el 23 % carecía de toda la información requerida). La muestra poblacional representa bien la distribución geográfica (101 centros de toda España), aunque con 32 años de edad media, el porcentaje de personas empleadas laboralmente es alto (79,4 %; 8,7 % desempleados; 16 % estudiantes y no ocupados; 4 % pensionistas). Puede tener cierto peso en costes indirectos por absentismo o presentismo laboral, ya que la RA afecta en ocasiones a la esfera del sueño, influyendo en la actividad laboral. Al tratarse de pacientes de medicina especializada, el porcentaje con RA persistente (71 %) y moderada (71,9 %) puede resultar alto. Es posible que pacientes con RA más leve no acudan al especialista, aunque otros estudios realizados en España muestran datos similares, abundando en la idea de no infravalorar el impacto de la enfermedad. El seguimiento prospectivo a 12 meses constituye una fortaleza importante del estudio, ya que disminuye sesgos de interpretación o de selección en momentos de mayor intensidad clínica (por ejemplo, con la exposición polínica). Los resultados nos presentan la RA como una enfermedad de alto coste (media de 2.376 € por paciente y año), aumentando lógicamente en RA más grave o más persistente, pero no curiosamente si la rinitis se asociaba con asma. Entre los asmáticos, la gravedad del asma sí que incrementaba los costes de la RA. En cualquier caso, los costes asociados a la rinitis en nuestro medio son considerables y mejorar su tratamiento puede evitar costes indirectos.
