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2013 J Allergy Clin Immunol 11,003 Tratamiento de mantenimiento Rank MA, Hagan JB, Park MA, Podjasek JC, Samant SA, Volcheck GW, et al. 131(3):724-9
The risk of asthma exacerbation after stopping low-dose inhaled corticosteroids: a systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials

Background: current asthma guidelines suggest that patients and their providers consider decreasing or stopping controller medications when asthma is stable.

Objective: we sought to estimate the risk of asthma exacerbation in patients who stop low-dose inhaled corticosteroids (ICSs) compared with those who continue ICSs in randomized controlled trials.

Methods: we identified relevant trials from a systematic review of English-language and non-English-language articles using MEDLINE, EMBASE, and CENTRAL (inception to January 21, 2012). Articles were screened at the abstract and full-text level by 2 independent reviewers. We included randomized controlled trials with a stable asthma run-in period of 4 weeks or more, an intervention to stop or continue ICSs, and a follow-up period of at least 3 months. We pooled results using a random-effects meta-analysis.

Results: the search strategy identified 1798 potential articles, of which 172 were reviewed at the full-text level and 7 met the criteria for inclusion. The relative risk for an asthma exacerbation in patients who stopped ICSs compared with those who continued use was 2.35 (95% CI, 1.88-2.92; P [menor] .001; I(2) = 0%), as determined by using data pooled from trials with a mean follow-up of 27 weeks. The pooled absolute risk difference for an asthma exacerbation was 0.23 (95% CI, 0.16-0.30; P [menor] .001; I(2) = 44%). Patients who discontinued ICSs also had a decreased FEV1 of 130 mL (95% CI, 40-210 mL; P = .003; I(2) = 53%), a decreased mean morning peak expiratory flow of 18 L/min (95% CI, 6-29 L/min; P = .004; I(2) = 82%), and an increased mean standardized asthma symptom score of 0.43 SDs (95% CI, 0.28-0.58 SDs; P [menor] .001; I(2) = 0%).

Conclusion: patients with well-controlled asthma who stop regular use of low-dose ICSs have an increased risk of an asthma exacerbation compared with those who continue ICSs.

El riesgo de exacerbación del asma después de la supresión de dosis bajas de corticosteroides inhalados: una revisión sistemática y metanálisis de ensayos controlados aleatorios

Antecedentes: las guías actuales de manejo del asma sugieren que los pacientes y sus médicos consideren la disminución o suspensión de los medicamentos de mantenimiento cuando el asma esté estable.

 

Objetivo: hemos estimado el riesgo de exacerbación del asma en los pacientes que suspenden los corticosteroides inhalados (CI) a dosis bajas en comparación con aquellos que continúan con CI en ensayos controlados aleatorizados.

 

Métodos: se identificaron los ensayos clínicos relevantes mediante una revisión sistemática de artículos en inglés o en otros idiomas utilizando MEDLINE, EMBASE y CENTRAL (publicados hasta el 21 de enero de 2012). Los artículos fueron seleccionados según el resumen y el texto completo por 2 revisores independientes. Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados con un periodo de preinclusión con asma estable de 4 semanas o más, una intervención para suspender o continuar el tratamiento con CI, y un periodo de seguimiento de al menos 3 meses. Se combinaron los resultados mediante un metanálisis de efectos aleatorios.

 

Resultados: la estrategia de búsqueda identificó 1.798 artículos potenciales, de los cuales, en 172 pudo revisarse el texto completo y en 7 se cumplieron los criterios de inclusión. El riesgo relativo de una exacerbación del asma en los pacientes que suspendieron los CI en comparación con aquellos que continuaron su uso fue de 2,35 (IC 95%, 1,88-2,92, P [menor]0,001; I2 = 0%), según se determinó mediante el uso de los datos agrupados de ensayos con una media de seguimiento de 27 semanas. La diferencia absoluta de riesgo de una exacerbación de asma fue de 0,23 (IC 95 %, 0,16-0,30, p [menor] 0,001; I2 = 44 %). Los pacientes que suspendieron el CI también tuvieron una disminución del FEV1 de 130 ml (IC del 95 %, 40 a 210 ml, p = 0,003; I 2 = 53 %), una disminución significativa del flujo espiratorio máximo (FEM) matutino de 18 l/min (95 % CI, 6,29 l/min, p = 0,004; I2 = 82%), y un aumento de la puntuación media estandarizada de los síntomas de asma de 0,43 desviaciones estándar (IC del 95 %: 0,28 a 0,58, SDs, p [menor] 0,001; I2 = 0 %).

 

Conclusión: los pacientes con asma bien controlada que interrumpen el uso regular de corticosteroides inhalados a dosis bajas tienen mayor riesgo de sufrir una exacerbación del asma en comparación con aquellos que siguen con los CI.

Comentario de Dr. Santiago Quirce

Aunque las guías de práctica clínica y de manejo del asma recomiendan intentar reducir las dosis o probar a suspender los fármacos de mantenimiento tras un periodo prolongado de buen control, no existen pautas precisas de cómo debe efectuarse esta reducción del tratamiento (step down), lo que sigue siendo una asignatura pendiente en el manejo del asma. 

En los pacientes con asma bien controlados con dosis bajas de CI (asma persistente leve) es pertinente preguntarse en qué momento se puede intentar suspender este tratamiento, sin que ello suponga un empeoramiento o un riesgo para el paciente. El artículo que se comenta, un metanálisis en el que finalmente 7 estudios cumplieron los estrictos criterios de inclusión, muestra que la retirada del tratamiento con CI se asocia con un riesgo significativamente mayor de sufrir exacerbaciones del asma durante el periodo de seguimiento (aproximadamente 6 meses como media). Además, la suspensión de este tratamiento también se asoció con un empeoramiento de los síntomas de asma y una disminución de la función pulmonar (FEV1 y FEM), lo que en su conjunto indica un empeoramiento global del control del asma, tanto en el dominio control actual como del riesgo futuro. Todo ello debe hacernos ser cautos a la hora de plantear una interrupción del tratamiento con CI y, en ese caso, proceder siempre a un estrecho seguimiento del paciente que permita detectar precozmente un empeoramiento clínico o de la función pulmonar, lo que debe llevar a reinstaurar de forma inmediata el tratamiento de mantenimiento con CI.