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2013 BMJ 17,215 Tratamiento del asma en niño Azad MB, Coneys JG, Kozyrskyj AL, Field CJ, Ramsey CD, Becker AB, et al. 347:f6471 doi: 10.1136/bmj.f6471.
Probiotic supplementation during pregnancy or infancy for the prevention of asthma and wheeze: systematic review and meta-analysis

Objective: to evaluate the association of probiotic supplementation during pregnancy or infancy with childhood asthma and wheeze.

Design: systematic review and meta-analysis of randomised controlled trials.

Data sources: medline, Embase, and Central (Cochrane Library) databases from inception to August 2013, plus the World Health Organization’s international clinical trials registry platform and relevant conference proceedings for the preceding five years. Included trials and relevant reviews were forward searched in Web of Science.

Review methods: two reviewers independently identified randomised controlled trials evaluating probiotics administered to mothers during pregnancy or to infants during the first year of life. The primary outcome was doctor diagnosed asthma; secondary outcomes included wheeze and lower respiratory tract infection.

Results: we identified 20 eligible trials including 4866 children. Trials were heterogeneous in the type and duration of probiotic supplementation, and duration of follow-up. Only five trials conducted follow-up beyond participants’ age of 6 years (median 24 months), and none were powered to detect asthma as the primary outcome. The overall rate of doctor diagnosed asthma was 10.7%; overall rates of incident wheeze and lower respiratory tract infection were 33.3% and 13.9%, respectively. Among 3257 infants enrolled in nine trials contributing asthma data, the risk ratio of doctor diagnosed asthma in participants randomised to receive probiotics was 0.99 (95% confidence interval 0.81 to 1.21, I2=0%). The risk ratio of incident wheeze was 0.97 (0.87 to 1.09, I2=0%, 9 trials, 1949 infants). Among 1364 infants enrolled in six trials, the risk ratio of lower respiratory tract infection after probiotic supplementation was 1.26 (0.99 to 1.61, I2=0%). We adjudicated most trials to be of high (ten trials) or unclear (nine trials) risk of bias, mainly due to attrition.

Conclusions: we found no evidence to support a protective association between perinatal use of probiotics and doctor diagnosed asthma or childhood wheeze. Randomised controlled trials to date have not yielded sufficient evidence to recommend probiotics for the primary prevention of these disorders. Extended follow-up of existing trials, along with further clinical and basic research, are needed to accurately define the role of probiotics in the prevention of childhood asthma.

Suplemento con probióticos durante el embarazo o la lactancia para la prevención del asma y sibilancias: revisión sistemática y metanálisis

Objetivo: evaluar la asociación del suplemento con probióticos durante el embarazo o la infancia con el asma infantil y las sibilancias.

 

Diseño: revisión sistemática y metanálisis de ensayos controlados aleatorios.

 

Fuentes de datos: las bases de datos, Medline, Embase y Cochrane Library, desde su inicio hasta agosto de 2013, más la plataforma de registro de ensayos clínicos de la Organización Mundial de la Salud y actas de congresos relevantes los cinco años anteriores. También se incluyeron ensayos clínicos y revisiones pertinentes buscados en la web científica.

 

Métodos de revisión: dos revisores de forma independiente identificaron ensayos controlados aleatorizados que evalúan los probióticos administrados a la madre durante el embarazo o lactantes durante el primer año de vida. El resultado primario fue diagnóstico por el médico como asma; medidas de resultado secundarias incluyeron sibilancias y menor infección de las vías respiratorias.

 

Resultados: se identificaron 20 ensayos elegibles, incluidos 4.866 niños. Los ensayos fueron heterogéneos en el tipo y la duración del probiótico, la administración de suplementos y la duración del seguimiento. Solo en cinco ensayos se realizó seguimiento de los participantes después de la edad de 6 años (media de 24 meses), y ninguno fue diseñado para detectar el asma como resultado primario. La tasa global de diagnosticó de asma fue del 10,7 %, las tasas globales de incidencia de sibilancias e infección del tracto respiratorio inferior fueron al 33,3 % y 13,9 %, respectivamente. En los 3.257 recién nacidos incluidos en los nueve ensayos que contribuyeron con datos para el asma, la razón de riesgo para diagnóstico de asma en los participantes asignados al azar a recibir probióticos fue 0,99 (IC del 95 % 0,81 a 1,21; I 2 = 0 %). La razón de riesgo para incidencia de sibilancias fue de 0,97 (0,87 a 1,09, I 2 = 0 %, 9 ensayos, 1.949 neonatos). En los 1.364 neonatos incluidos en seis ensayos, la razón de riesgo de infección del tracto respiratorio inferior después de la suplementación con probióticos fue de 1,26 (0,99 a 1,61; I 2 = 0 %). Hemos adjudicado la mayoría de los ensayos como de alto (diez ensayos) o incierto (nueve ensayos) riesgo de sesgo, debido principalmente al desgaste.

 

Conclusiones: no se encontraron pruebas para apoyar una asociación protectora entre el uso de los probióticos y el asma o sibilancias en la infancia. Los ensayos controlados aleatorios hasta la fecha no han dado evidencia suficiente para recomendar probióticos para la prevención primaria de estos trastornos. Es necesario un mayor seguimiento de los ensayos existentes, junto con más investigación clínica y básica, para definir con precisión el papel de los probióticos en la prevención del asma infantil. Registro Revisión sistemática PROSPERO (CRD42013004385).

Comentario de Dr. Fernando Gómez Ruiz

Esta revisión se realiza basándose en la hipótesis de que la alteración de la microflora intestinal durante los primeros años de la vida puede contribuir a la aparición posterior de trastornos inmunes en la infancia, dado que las bacterias intestinales estimulan el desarrollo del sistema inmunitario neonatal. De hecho, existen estudios prospectivos que demuestran que la alteración de la microflora intestinal precede en muchos casos al desarrollo de dermatitis atópica, proceso ampliamente relacionado con la existencia de rinitis y/o asma. Así mismo, algunos factores que alteran la flora intestinal en los primeros años de la vida, como la falta lactancia materna o el uso de antibióticos, aumentan el riesgo de padecer asma.

A la luz de esta evidencia, los probióticos-microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio de salud al huésped, han sido propuestos para la prevención y tratamiento de las enfermedades alérgicas como el asma.

En este trabajo de revisión no existe evidencia suficiente para recomendar el suplemento de probióticos durante el embarazo o en los primeros años de la vida para prevenir la aparición de asma o sibilancias en la de edad infantil.