Background: online self-management programmes for asthma have recently become available. International guidelines suggest that the Asthma Control Questionnaire (ACQ) can be used in these programmes. In order to assess the current level of control and guide therapy, the same cut-off values are being used as in conventional asthma management. However, results might differ between different types of administration of the ACQ.
Aims: to assess the agreement between an online self-administered version of the ACQ and an interviewer-administered version at a routine visit.
Methods: cross-sectional data from primary care asthma patients in the Asthma Control Cost Utility Randomized Trial Evaluation (ACCURATE) trial aged 18–50 years and prescribed inhaled steroids were analysed. We selected patients who self-administered an ACQ online and subsequently had an ACQ completed by a nurse practitioner within 7 days at a trial-related control visit. ACQ scores were calculated and agreement assessed by paired t-tests, Pearson's correlation coefficient and a Bland-Altman plot.
Results: a total of 351 patients were eligible (68% female, mean age 40 years). The time interval between the two versions was 3.2 days. There was a significant difference of 0.14 (95% CI 0.09 to 0.20; p[menor]0.001) between the results of the online self-administered ACQ (mean 1.04±0.04) and the interviewer-administered ACQ results (0.90±0.04). The Pearson correlation coefficient was 0.79. The limits of agreement (–0.86, 1.14) exceeded the predefined minimal clinically important difference between results (±0.5). The Bland-Altman plot therefore showed insufficient agreement.
Conclusions: assesement of asthma control by the ACQ is influenced by the type of administration. Our results suggest that better control of asthma is perceived when interacting with a caregiver than by online self-assessment.
Antecedentes: recientemente, están disponibles programas de autocuidado online para el asma. Las directrices internacionales sugieren que el Cuestionario de Control del Asma (ACQ) puede ser utilizado en estos programas, con el fin de evaluar el nivel actual de control y guiar el tratamiento. De este modo, se han utilizado los mismos valores de corte del cuestionario que en los casos de manejo del asma convencional. Sin embargo, los resultados del ACQ pueden variar entre los diferentes tipos según la forma en que este sea administrado.
Objetivos: evaluar el grado de acuerdo entre una versión autoadministrada online del ACQ y una versión administrado por un entrevistador en una consulta de rutina.
Métodos: se analizaron los datos transversales de pacientes con asma en Atención Primaria participantes en el ensayo clínico ACCURATE (Asthma Control Cost Utility Randomized Trial Evaluation), con edades entre 18 y 50 años y en tratamiento con corticoides inhalados. Se seleccionaron pacientes que se autoadministraron el ACQ online y, posteriormente, realizaron el mismo cuestionario administrado por personal de Enfermería en un visita de control del ensayo clínico dentro de los 7 días siguientes. Se calculó la puntuación del ACQ y el grado de acuerdo se evaluó mediante la prueba de la t pareada, el coeficiente de correlación de Pearson y el gráfico de Bland-Altman.
Resultados: un total de 351 pacientes fueron elegibles (68 % mujeres, edad media 40 años). El intervalo de tiempo entre la administración de las dos versiones del cuestionario fue de 3,2 días. Hubo una diferencia significativa de 0,14 (IC del 95 %: 0,09 a 0,20; p [menor] 0,001) entre los resultados del test online autoadministrado (media 1,04 ± 0,04) y los resultados del aplicado por el personal de enfermería (0,90 ± 0,04). El coeficiente de correlación de Pearson fue de 0,79. Los límites del grado de acuerdo (-0,86, 1,14) superaron la diferencia mínima clínicamente importante entre los resultados predefinida (± 0,5). El gráfico de Bland-Altman, mostró un acuerdo insuficiente.
Conclusiones: la evaluación del control del asma mediante el ACQ está influenciada por el tipo de administración de dicho cuestionario. Los resultados sugieren que el grado de control del asma mediante el ACQ es mejor percibido cuando se administra por personal de Enfermería que cuando se lleva a cabo online por el propio paciente.
El ACQ es un cuestionario diseñado para la evaluación del grado de control del asma. Está compuesto por 7 preguntas, puntuados de 0 a 6, relativas a 5 síntomas fundamentales del asma durante la última semana (despertar por la noche, gravedad de los síntomas al levantarse por la mañana, limitación de las actividades cotidianas, falta de aire y tiempo con sibilancias), al uso de beta2-agonistas de corta duración de rescate y a la función pulmonar, medida mediante el FEV1. La puntuación es la media de la obtenida para las siete preguntas, y tiene un rango entre 0 (buen control) y 6 (pésimo control).
Los pacientes fueron reclutados del ensayo clínico ACCURATE (Asthma Control Cost Utility Randomized Trial Evaluation), un estudio en el que se pretendía evaluar la relación coste-beneficio-aceptación social de tres estrategias con diferentes niveles de control del asma en Atención Primaria. En este estudio se empleó la comunicación con los pacientes a través de Internet como apoyo de las visitas presenciales de los pacientes en las consultas. De este modo, se pudo llevar a cabo el estudio que aquí se comenta, en el que se comparan dos formas de administración de un test de evaluación del control del asma de uso muy extendido.
Las posibilidades que Internet ofrece para los pacientes y para los profesionales sanitarios pueden ser infinitas. Desde el recordatorio de citas hasta la oferta de información, pasando por propuestas más participativas e interactivas o por aplicaciones para móviles con un abordaje completo de todo el proceso de diagnóstico, tratamiento y seguimiento de una determinada enfermedad. La oferta de todas estas posibilidades puede proceder de lugares muy diversos. Los profesionales de la salud, de manera individual, institucional y/o organizativa, deben liderar este proceso para garantizar la calidad y el principio hipocrático de non nocere. En este sentido, el presente estudio analiza la posibilidad de evaluar el control del asma mediante un cuestionario conocido para comprobar si su aplicación online autoadministrada es comparable a la aplicación por un profesional sanitario.
Los resultados globales del estudio indican dos cuestiones que pueden sorprender:
1. Existen diferencias en los resultados del cuestionario según sea su aplicación.
2. Estas diferencias son en el sentido de que el cuestionario autoadministrado online indica que existe un peor control del asma que el cuestionario administrado por un profesional sanitario.
La primera cuestión no sorprendería a los autores que ya debían pensar cuando proyectaron el estudio que dichas diferencias podían ser encontradas, pero puede sorprender a profesionales y a pacientes que piensen que lo importante son las preguntas del cuestionario y no la forma en que estas se presenten. La segunda cuestión puede sorprender, puesto que siempre se tiende a pensar que el profesional sanitario, por su experiencia y conocimiento técnico, es más sensible a detectar un mal control de la enfermedad que el propio paciente. En este estudio, en un 23 % de pacientes el test online mostró un peor nivel de control que la versión administrada por un profesional sanitario. Esto tiene una gran importancia desde el punto de vista clínico, puesto que, en estos pacientes, si se hubiese empleado el cuestionario online como referencia, se habría incrementado el tratamiento antiasmático.
Por tanto, la inevitable extensión en el uso de cuestionarios online para el control del asma y de otras muchas enfermedades tiene que acompañarse de los correspondientes estudios que analicen nuevos puntos de corte para establecer los diferentes niveles de tratamiento:puntos de corte basados en los nuevos métodos de administración de los tests.
