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2012 Cochrane Database Syst Rev Exacerbación asmática Travers AH, Milan SJ, Jones AP, Camargo Jr CA, Rowe BH 2012; 12: CD010256
Addition of intravenous beta2-agonists to inhaled beta2-agonists for acute asthma

Background:

Inhaled beta-agonist therapy is central to the management of acute asthma. This review evaluates the benefit of an additional use of intravenous beta2-agonist agents.

Objectives:

To determine the benefit of adding intravenous (IV) beta2-agonists to inhaled beta2-agonist therapy for acute asthma treated in the emergency department.

Search methods:

Randomised controlled trials (RCTs) were identified using the Cochrane Airways Group Register which is a compilation of systematic searches of MEDLINE, EMBASE, CINAHL, and CENTRAL as well as handsearching of 20 respiratory journals. Bibliographies from included studies and known reviews were also searched. Primary authors and content experts were contacted to identify eligible studies. The search was performed in September 2012.

Selection criteria:

Only RCTs were considered for inclusion. Studies were included if patients presented to the emergency department with acute asthma and were treated with IV beta2-agonists with inhaled beta2-agonist therapy and existing standard treatments versus inhaled beta2-agonists and existing standard treatments.

Data collection and analysis:

Two review authors independently extracted data and confirmed their findings with corresponding authors of trials. We obtained missing data from authors or calculated from data present in the papers. We used fixed-effect model for odds ratios (OR) and for mean differences (MD) we used both fixed-effect and random-effects models and reported 95 % confidence intervals (CI).

Main results: 

From 109 potentially relevant studies only three (104 patients) met our inclusion criteria: Bogie 2007 (46 children), Browne 1997 (29 children) and Nowak 2010 (29 adults). Bogie 2007 investigated the addition of intravenous terbutaline to high dose nebulised albuterol in children with acute severe asthma, requiring intensive care unit (ICU) admission. Browne 1997 investigated the benefit of adding intravenous salbutamol to inhaled salbutamol in children with acute severe asthma in the emergency department. Nowak 2010 investigated addition of IV bedoradrine to standard care (nebulised albuterol, ipratropium and oral corticosteroids) among adults, and was reported as a conference abstract only.There was no significant advantage (OR 0.29; 95 %CI 0.06 to 1.38, one trial, 29 adults) for adding IV bedoradrine to standard care (nebulised albuterol, ipratropium and oral corticosteroids) with regard to hospitalisation rates.Various outcome indicators for the length of stay were reported among the trials. Browne 1997 reported a significantly shorter recovery time (in terms of cessation of 30 minute salbutamol) for children in the IV salbutamol with inhaled salbutamol group (four hours) versus the 11.1 hours for the inhaled salbutamol group (P = 0.03). Time to cessation of hourly nebuliser was also significantly shorter (P = 0.02) for the IV plus inhaled salbutamol group (11.5 hours versus 21.2 hours), and they were ready for emergency patient discharge on average 9.7 hours earlier than the inhaled salbutamol group (P < 0.05). In a paediatric ICU study Bogie 2007 reported no significant advantage in length of paediatric ICU admission (hours) for adding IV terbutaline to nebulised albuterol (MD -12.95, 95 % CI: -38.74, 12.84).Browne 1997 reported there were only six out of 14 children with a pulmonary index score above six in the IV plus inhaled salbutamol group at two hours compared with 14 of the 15 in the inhaled salbutamol group (P = 0.02)In Browne 1997 there was a higher proportion of tremor in the IV plus inhaled salbutamol group than in the inhaled salbutamol group (P < 0.02). Nowak 2010 did not report any statistically significant adverse effects associated with adding IV bedoradrine to standard care (nebulised albuterol, ipratropium and oral corticosteroids). Troponin levels were elevated in three children in the IV terbutaline + nebulised albuterol group at 12 and 24 hours in Bogie 2007

Authors' conclusions:

There is very limited evidence from one study (Browne 1997) to support the use of IV beta2-agonists in children with severe acute asthma with respect to shorter recovery time, and similarly there is limited evidence (again from one study Browne 1997) suggesting benefit with regard to pulmonary index scores; however this advantage needs to be considered carefully in relation to the increased side effects associated with IV beta2-agonists. We identified no significant benefits for adults with severe acute asthma. Until more, adequately powered, high quality clinical trials in this area are conducted it is not possible to form a robust evaluation of the addition of IV beta2-agonists in children or adults with severe acute asthma.

Título. Efecto de añadir beta-2-agonistas intravenosos a los beta-2-agonistas inhalados para el asma aguda.

Antecedentes. El tratamiento con beta-agonistas inhalados es fundamental para el tratamiento del asma aguda. Esta revisión evalúa el efecto beneficioso del uso adicional de los agentes beta-2-agonistas intravenosos.

Objetivos. Determinar el efecto beneficioso de agregar beta-2-agonistas intravenosos al tratamiento con beta-2-agonistas inhalados para el asma aguda tratada en el Servicio de Urgencias.

Métodos de búsqueda. Los ensayos controlados aleatorios (ECA) se identificaron mediante el Registro del Grupo Cochrane de Vías Respiratorias (Cochrane Airways Group), que es una recopilación de búsquedas sistemáticas en MEDLINE, EMBASE, CINAHL y CENTRAL, así como búsquedas manuales en 20 revistas de temas respiratorios. También se hicieron búsquedas en las bibliografías de los estudios incluidos y de revisiones conocidas. Se estableció contacto con los autores principales y con expertos en el tema para identificar estudios elegibles. La búsqueda se realizó en septiembre de 2012.

Criterios de selección. Solo se consideraron para inclusión los ECA. Los estudios se incluyeron si los pacientes se presentaron al Servicio de Urgencias con asma aguda y fueron tratados con beta-2-agonistas intravenosos y beta-2-agonistas inhalados y tratamientos estándar existentes vs. beta-2-agonistas inhalados y tratamientos estándar existentes.

Obtención y análisis de los datos. Dos revisores extrajeron los datos de forma independiente y confirmaron sus resultados con los autores de los ensayos correspondientes. Los datos perdidos se obtuvieron de los autores o se calcularon a partir de los datos presentes en los artículos. Se utilizó el modelo de efectos fijos para los odds ratio (OR), y para las diferencias de medias (DM) se usó el modelo de efectos fijos y el modelo de efectos aleatorios, así como los intervalos de confianza (IC) del 95 %.

Resultados principales. De los 109 estudios potencialmente relevantes, solo tres (104 pacientes) cumplieron con los criterios de inclusión: Bogie 2007 (46 niños), Browne 1997 (29 niños) y Nowak 2010 (29 adultos). Bogie 2007 investigó el efecto de añadir terbutalina intravenosa a albuterol nebulizado a dosis altas en niños con asma aguda grave que requirieron ingreso en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Browne 1997 investigó el efecto beneficioso de agregar salbutamol intravenoso al salbutamol inhalado en niños con asma aguda grave en el Servicio de Urgencias. Nowak 2010 investigó el efecto de añadir bedoradrina intravenosa a la atención estándar (albuterol nebulizado, ipratropio y corticosteroides orales) en adultos y se informó solamente como resumen de congreso. Con respecto a las tasas de hospitalización, no hubo una ventaja significativa (OR 0,29; IC del 95 %: 0,06 a 1,38; un ensayo, 29 adultos) de añadir bedoradrina intravenosa a la atención estándar (albuterol nebulizado, ipratropio y corticosteroides orales). Se informaron de diversos indicadores de resultados para la duración de la estancia hospitalaria entre los ensayos. Browne 1997 mostró un tiempo de recuperación significativamente más corto (en cuanto a la interrupción del salbutamol cada 30 minutos) para los niños del grupo de salbutamol intravenoso con salbutamol inhalado (4 horas) vs. 11,1 horas para el grupo de salbutamol inhalado (p = 0,03). El tiempo hasta la interrupción del nebulizador también fue significativamente más corto (p = 0,02) para el grupo de salbutamol intravenoso más inhalado (11,5 horas vs. 21,2 horas) y estaban preparados para el alta del paciente del Servicio de Urgencias como promedio 9,7 horas antes que el grupo de salbutamol inhalado (p < 0,05). En una UCI pediátrica el estudio Bogie 2007 no informó de ventajas significativas en la duración del ingreso en la UCI pediátrica (horas) para la adición de terbutalina intravenosa al albuterol nebulizado (DM -12,95; IC del 95 %: -38,74 a 12,84). Browne 1997 informó de que solo hubo 6 de 14 niños con una puntuación del índice pulmonar por encima de 6 en el grupo de salbutamol intravenoso más inhalado a las dos horas en comparación con 14 de 15 en el grupo de salbutamol inhalado (p = 0,02). En Browne 1997 hubo una proporción mayor de temblor en el grupo de salbutamol intravenoso más inhalado que en el grupo de salbutamol inhalado (p < 0,02). Nowak 2010 no informó sobre efectos adversos estadísticamente significativos asociados con la suma de bedoradrina intravenosa a la atención estándar (albuterol nebulizado, ipratropio y corticosteroides orales). Los niveles de troponina se elevaron en tres niños del grupo de terbutalina intravenosa + albuterol nebulizado a las 12 y 24 horas en Bogie 2007.

Conclusiones de los autores. Hay pruebas muy limitadas de un estudio (Browne 1997) para apoyar el uso de los beta-2-agonistas intravenosos en niños con asma aguda grave en cuanto al tiempo de recuperación más corto y, de manera similar, hay pruebas limitadas (nuevamente del estudio Browne 1997) que indican un efecto beneficioso con respecto a las puntuaciones del índice pulmonar; sin embargo, esta ventaja se debe considerar cuidadosamente con relación al aumento de los efectos secundarios asociados con los beta-2-agonistas intravenosos. No se identificaron efectos beneficiosos significativos para los adultos con asma aguda grave. Hasta que se realicen más ensayos clínicos de alta calidad con un poder estadístico adecuado en esta área no es posible hacer una evaluación sólida del efecto de añadir beta-2-agonistas intravenosos en niños o adultos con asma aguda grave.